MAGNETO

NOMBRE EN INGLÉS
Magneto
NOMBRE VERDADERO
Max Eisenhardt
LUGAR DE NACIMIENTO
Alemania
AFILIACIONES
Hermandad de Mutantes Diabólicos, Mutados de la Tierra Salvaje, Patrulla-X, Nuevos Mutantes (tutor), Club Fuego Infernal, Alianza Actos de Venganza, Acólitos, Los Doce, Consejo Silencioso de Krakoa, Gran Anillo de Arakko, Hermandad de Arakko
OTROS ALIAS
Erik Lehnsherr, Magnus, Michael Xavier, Rey Gris, Rey Blanco, Erik el Rojo
FAMILIARES
Magda Eisenhardt (esposa, fallecida), Anya Eisenhardt (hija, fallecida), Lorna Dane (hija), Jakob Eisenhardt (padre, fallecido), Edie Eisenhardt (madre, fallecida), Ruth Eisenhardt (hermana, fallecida), Erich Eisenhardt (tío, fallecido)
PRIMERA APARICIÓN
X-Men # 1 (Septiembre, 1963)
CREADORES
Stan Lee & Jack Kirby
 
PODERES/HABILIDADES

PRIMERA APARICIÓN

Max Eisenhardt es un mutante nacido con una estructura genética que le concede habilidades especiales que lo diferencian de los seres humanos. Con la pubertad desarrolló la capacidad de controlar todas las formas y manifestaciones del magnetismo, dando forma y manipulando los campos magnéticos, ya sean de origen natural o artificial. Es un mutante de nivel omega con un poder prácticamente ilimitado, capaz de construir maquinarias complejas, crear campos de fuerza magnéticos impenetrables, manipular el hierro contenido en sangre, volar anulando la fuerza de la gravedad, e incluso llegar a manipular el campo electromagnético del planeta. Aunque su poder primario es el del control del magnetismo, también ha sido capaz de manipular cualquier tipo de energía dentro del espectro electromagnético, incluida la luz visible, las ondas de radio, la luz ultravioleta, y los rayos gamma o X. También ha manifestado un nivel muy bajo de telepatía, que le ha permitido proyectar su forma astral.
 
HISTORIA
Max Eisenhardt creció en el seno de una familia judía durante la consolidación de poder del Tercer Reich en Alemania. A menudo era objeto de abusos por parte de sus compañeros de colegio, y su única amiga era una joven niña llamada Magda, de origen gitano. Fue en aquel entonces cuando sus poderes comenzaron a manifestarse, convirtiéndolo en un excelente lanzador de jabalina, aunque esto provocó que fuera acusado de hacer trampas y por lo tanto expulsado. La mayoría de los profesores siempre habían despreciado a Max por ser judío y, poco después, su tío Eric recibió una paliza a manos de unos soldados nazis por el mismo motivo. La creciente persecución contra los judíos provocó que la familia Eisenhardt decidiera abandonar Alemania, trasladándose a Polonia. 

Desafortunadamente, Polonia no tardó en ser invadida y los miembros de la familia Eisenhardt intentaron escapar una vez más, pero fueron capturados y fusilados. Max fue el único que logró sobrevivir ya que sus poderes magnéticos habían logrado manipular la trayectoria de las balas de forma subconsciente. El enorme esfuerzo lo había dejado inconsciente y fue abandonado en una fosa común junto a los cadáveres de su familia. Al recuperarse, Max se dirigió de regreso a Varsovia, donde fue capturado una vez más y trasladado al campo de concentración de Auschwitz. Al ser uno de los primeros prisioneros del campo, Max logró evitar los exámenes médicos que llevaba a cabo el hombre que se convertiría en Míster Siniestro. Para poder sobrevivir en Auschwitz, Max se unió a los Sonderkommandos, en una unidad de trabajo encargada de mantener limpias las calderas de los crematorios. Max alcanzó la madurez en el campo de concentración, y utilizó su estatus para ayudar a otros prisioneros inspirándolos a que intentaran sobrevivir. También comprobó que Magda se encontraba también en la sección gitana del campo de concentración, y su reencuentro con la joven lo ayudó a sobrevivir.

Max logró escapar de Auschwitz junto a Magda durante una revuelta que tuvo lugar en el año 1944. La pareja se instaló en un pequeño pueblo de los Montes Cárpatos, donde Max se convirtió en carpintero. No tardaron en casarse y tuvieron a una hija llamada Anya. Sin embargo, Max se vio obligado a mostrar sus poderes mutantes en público para intentar salvar a su familia, cuando ésta quedó atrapada en un fuego. Max logró rescatar a Magda, pero fue atacado por una muchedumbre exaltada que impidió que salvara Anya. La niña murió en el incendio y Max se vengó usando sus poderes para matar a los responsables. Sin embargo, Magda también se sintió aterrorizada ante sus poderes y los asesinatos que había cometido, por lo que decidió abandonarlo para no volver a ser vista. Para cortar drásticamente con su pasado y despistar a sus enemigos, Max contrató a George Odekirk para crear la falsa identidad de Erik Magnus Lehnsherr. Con el tiempo, se trasladó a Israel, donde comenzó a trabajar en un hospital psiquiátrico cerca de Haifa. Fue allí donde se hizo amigo de Charles Xavier, un americano mutante con habilidades telepáticas. Ambos comenzaron a debatir a menudo sobre el destino de la humanidad, cuando ésta se viera enfrentada al siguiente paso evolutivo. Terminaron por revelar su naturaleza mutante el uno al otro cuando cooperaron para rescatar a una paciente llamada Gabrielle Haller, quien había sido capturada por el nazi Barón Strucker. Lograron impedir que Strucker se hiciera con un cargamento de oro, pero Max decidió llevarse el oro y abandonar al Xavier al ver que su sueño de coexistencia entre humanos y mutantes no era compatible con su visión. Sus experiencias en Auschwitz le habían llevado a la conclusión de que los mutantes solo sobrevivirían conquistando a la humanidad.

Después de esto, Max ingresó en una agencia secreta para cazar a supervivientes nazis, utilizando por primera vez el nombre código de Magneto. Sin embargo, capturó al nazi Hans Richter, sin saber que trabajaba para la misma agencia. Debido a este fracaso, el responsable de Magneto decidió acabar con él, pero fracasó en el intento. Como consecuencia de esto, Magneto optó por adoptar una actitud agresiva contra la humanidad, y decidió liderar a los mutantes para convertirlos en la raza dominante del planeta y así evitar su exterminio. Comenzó a recopilar recursos para su causa, y logró crear una estación espacial en órbita que denominó Asteroide M. Tras esto procedió a fundar una organización terrorista que recibió el nombre de la Hermandad de Mutantes, y a la que los medios de comunicación añadieron el adjetivo de Diabólicos. Reclutó a Astra, Sapo, Mente Maestra, y a los gemelos Mercurio y la Bruta Escarlata, para que formaran parte de su Hermandad, utilizando la intimidación como herramienta de liderazgo, y abusando especialmente de Sapo. Poco después, Magneto se reencontró con Xavier, y su entonces amante Amelia Voght, en el antiguo campo de Auschwitz. Xavier intentó hacerle ver que se había transformado en aquello que más odiaba, pero no logró que Magneto se echara atrás en sus planes de conquista. Tras esto, estableció una alianza Karl Reifschneider un mutante telépata conocido como Suspiro. Magneto creía que se trataba de otro superviviente de Auschwitz, pero al descubrir que se trataba de uno de los guardias del campo de concentración, lo asesinó ignorando su alegato de reforma.

Magneto comenzó a tener serios enfrentamientos con Astra, que acabó por abandonar la Hermandad de Mutantes. Poco después, Magneto atacó la base militar conocida como la Ciudadela del Cabo, donde se enfrentó por primera vez al equipo de héroes mutantes creado por el Profesor Xavier, la Patrulla-X. Magneto se vio obligado a retirarse y poco después decidió conquistar la nación de San Marco con la ayuda de su Hermandad de Mutantes. Sin embargo, la Patrulla-X se enfrentó la Hermandad de Mutantes y logró derrotarla y liberar la nación de San Marco. Cuando el enigmático Extraño llegó a la ciudad de Nueva York, tanto Magneto como Xavier intentaron reclutarlo sin éxito. El Extraño resultó ser un extraterrestre de gran poder, quien terminó por llevarse a Magneto y al Sapo como especímenes para estudiarlos en su planeta laboratorio. Magneto logró escapar del planeta del Extraño, abandonando al Sapo, e intentó crear un ejército de mutantes artificiales. Sin embargo, volvió a ser derrotado por la Patrulla-X, y el Extraño regresó para llevarlo de vuelta a su planeta laboratorio. Con el tiempo logró escapar de nuevo y a su regreso descubrió que Mercurio y la Bruja Escarlata se habían convertido en héroes y miembros de los Vengadores. A pesar de esto fue capaz de manipular a los gemelos para que se unieran de nuevo a su causa. Tras la aparente muerte del Xavier, Magneto derrotó a la Patrulla-X y controló las mentes de sus miembros para enfrentarlos a los Vengadores.

Cuando la Patrulla-X logró liberarse de su control, Magneto intentó escapar. Sin embargo, el Sapo ya se había hartado de los constantes abusos a los que Magneto le sometía, y logró impedir que lo hiciera. Magneto pareció morir en una explosión, pero logró sobrevivir y escapar a través de una serie de cavernas que lo condujeron a la Tierra Salvaje. Allí hizo uso de la ingeniería genética para mutar a varios nativos para convertirlos los Mutados de la Tierra Salvaje. Poco después encontró al Ángel en la Tierra Salvaje, después de que éste fuera derrotado por Sauron. La Patrulla-X llegó para enfrentarse a Magneto y los Mutados de la Tierra Salvaje, logrando destruir su tecnología genética. Magneto volvió a ser dado por muerto en una nueva explosión, pero sobrevivió de nuevo y logró llegar a la Tierra de los Muertos a través de un río subterráneo. Allí descubrió un gas capaz entumecer a sus víctimas, que planeó utilizar contra la humanidad. Proyectando su imagen astral, manipuló a los nativos para que construyeran un aparato volante cargado con el gas, pero Xavier también había sobrevivido y envió a la Patrulla-X a derrotarlo. Magneto saltó al mar donde fue rescatado por el mutado Anfibio, quien lo llevó hasta una isla donde Sauron estaba creando una máquina capaz de absorber la energía geotermal de la región. Tras esto, Magneto intentó establecer una alianza con Sauron con la esperanza de usar su tecnología para reestablecer sus debilitados poderes. Sin embargo, Sauron se negó a ayudarlo y lo abandonó para que muriera en el interior de un un volcán. Magneto fue rescatado por Namor que lo llevó a Atlantis, donde se aliaron para enfrentarse a la humanidad. Sin embargo dicho plan fue frustrado por los Cuatro Fantásticos que capturaron a Magneto y lo entregaron al ejército estadounidense.

Tras escapar, Magneto se enfrentó a la Familia Real de los Inhumanos, antes de acabar enfrentándose de nuevo a los Vengadores y la Patrulla X. Magneto fue derrotado y atrapado en una burbuja en el núcleo de la Tierra, donde las fuerzas magnéticas del planeta anulaban sus poderes. Sin embargo, una fluctuación en el campo magnético de la Tierra le permitió escapar. Magneto descubrió una civilización antigua, pero muy avanzada, y utilizó su tecnología para crear a Alfa, el Mutante Definitivo. Sin embargo, Alfa evolucionó de tal forma que terminó por volverse en contra de su amo, reduciéndolo de nuevo a la infancia. Xavier recogió al bebé y se lo entregó a la genetista Moira MacTaggert en la Isla Muir. Moira manipuló su ADN para corregir el defecto genético que podía ser responsable de su crueldad. Más adelante, el agente Shi’ar Davan Shakari, más conocido Eric el Rojo, reestableció a Magneto a su estado adulto y ambos formaron una alianza para acabar con la nueva e internacional Patrulla-X. Magneto creó una nueva alineación de la Hermandad de Mutantes reclutando a Calcinador, Elevador, Mirón, Shocker y Compresor, pero tras ser derrotados por el Capitán América, decidió abandonarlos. Tiempo después, Magneto logró capturar a la Patrulla X y la mantuvo prisionera en una base bajo un volcán de la Antártida. Tras sufrir una nueva derrota y serias heridas al luchar contra Fénix, Magneto se retiró al Asteroide M para recuperarse y la manipulación genética de Moira comenzó a reestablecer su cordura. Pasado un tiempo, intentó obligar a los gobiernos de la Tierra a desarmar su arsenal nuclear. Como advertencia destruyó una ciudad Rusa tras permitir que fuera evacuada.

Sin embargo, cuando un submarino ruso intentó acabar con él, Magneto lo hundió matando a toda la tripulación y alegando legítima defensa. Estos eventos lo llevaron a enfrentarse de nuevo a la Patrulla-X, y Magneto estuvo a punto de matar accidentalmente a Kitty Pryde durante el combate. Al darse cuenta de lo que había estado a punto de hacer, Magneto decidió revaluar su vida y sus objetivos. Fue entonces cuando recibió la vista de Xavier y Moira, quienes revelaron que ésta era mutante y había experimentado varias reencarnaciones. En todas ellas, los mutantes estaban condenados a la extinción, ante lo que Moira señaló la necesidad de comenzar a forjar un nuevo plan para conseguir la supervivencia de los mutantes a largo plazo. Poco después, descubrió que Mercurio y la Bruja Escarlata eran sus hijos, y conoció a su nieta Luna, aunque éstos se negaron a aceptarlo o creer en su deseo de reformarse. Magneto fue uno de los escogidos para formar parte de las Guerras Secretas del Todopoderoso, quien curiosamente lo seleccionó para formar parte del grupo de héroes que debía enfrentarse al de villanos. Los Vengadores y los Cuatro Fantásticos tampoco creyeron en su supuesta reforma, pero Xavier y la Patrulla-X se mostraron de parte de su antiguo enemigo, quien terminó por probar su valía. De regreso en la Tierra, Magneto y Xavier dieron un paso más en el plan de Moira para salvar a la especie mutante.

Visitaron al científico genetista conocido como Siniestro, y le encargaron que comenzara a crear una base de datos genética de toda la población mutante. Tras esto, borraron el recuerdo de su visita y el propósito de dicho proyecto de su mente, hasta que llegara el momento oportuno. Magneto regresó al Asteroide M, que acabó siendo accidentalmente destruido cuando el extraterrestre Warlock llegó a la Tierra. Sin embargo logró sobrevivir y se estrelló en el océano, donde fue rescatado por la pescadora Lee Forrester, quien le llevó a su base en una isla del triángulo de las Bermudas para que se recuperase. Allí ambos vivieron un breve romance hasta que el Todopoderoso llegó a la Tierra, provocando que se forjara una alianza entre Magneto y la Patrulla X. Después de esto, Magneto decidió entregarse para ser juzgado por sus crímenes. Durante el juicio fue atacado por los gemelos Fenris, hijos del Barón Strucker, quienes deseaban vengarse. Durante el combate, Xavier estuvo a punto de morir debido a heridas recientes, pero los Saqueadores Estelares llegaron para transportarlo a su nave y así poder salvarle la vida. Antes de partir, Xavier logró que Magneto prometiera ocupar su lugar como director del Instituto Xavier y maestro de los Nuevos Mutantes, uniéndose así a la Patrulla-X de forma oficial. Durante esa temporada, Magneto también logró reconciliarse con la Bruja Escarlata, protegiéndola mientras daba luz a gemelos. Tras la masacre mutante, que culminó con el casi exterminio completo de los Morlocks, Magneto y Tormenta aceptaron sellar una alianza con el Club Fuego Infernal. Magneto obtuvo el título de Rey Blanco y tuvo serias discrepancias con Sebastian Shaw, al quien terminó por derrocar del Círculo Interno de la organización.

Tras la aparente muerte de la Patrulla-X y el estudiante Cifra, los Nuevos Mutantes se negaron a seguir siendo tutelados por Magneto, ya que cada vez desconfiaban más de él. Loki comenzó a manipular a Magneto como parte de su Alianza de Actos de Venganza, hasta que el Asgardiano terminó siendo derrotado por los Vengadores. Tras dicha derrota, Magneto se enfrentó a Cráneo Rojo, quien había sido su compañero en la alianza creada por Loki. La tensión entre ambos había sido evidente debido al pasado nazi de Cráneo Rojo, y Magneto terminó por encerrarlo en un bunker subterráneo. Poco después, la Bruja Escarlata quedó sumida en un estado catatónico debido a una serie de tragedias en su vida personal, y Magneto decidió cuidar de ella. Sin embargo, Mercurio fingió regresar con ellos para rescatar a su hermana con ayuda de los Vengadores, y Magneto pareció perder la vida en una explosión. A pesar de todo, logró sobrevivir de nuevo y regresó a la Tierra Salvaje, donde evitó que Pícara fuera asesinada por su doble personalidad de Ms Marvel, que había adquirido forma física cuando la mutante había atravesado el portal conocido como Lugar Peligroso. Entre los dos surgió una inmediata atracción, la cual se vio interrumpida cuando se unieron a Ka-Zar y Nick Furia para acabar con la amenaza de Zaladane. La fuerza de combate de Furia contaba con la presencia del hijo de una de las víctimas del submarino que había hundido tiempo atrás. Este soldado terminó aliándose con Zaladane para acabar con Magneto. Zaladane intentó absorber los poderes de Magneto, pero fracasó gracias a la intervención sus aliados.

A pesar de los ruegos de Pícara, Magneto decidió asesinar a Zaladane a sangre fría y se marchó para seguir operando en solitario. Tras reconstruir el Asteroide M su soledad fue interrumpida por un grupo de mutantes conocido como los Acólitos, que le pidieron que ayudara a los mutantes de Genosha a ganar la guerra contra sus esclavistas humanos. Magneto aceptó y tras someterse a unos análisis descubrió la manipulación genética a la que Moira lo había sometido. Enfurecido, capturó a Moira y la obligó a usar el mismo proceso para controlar a la Patrulla-X. El proceso resultó ser temporal y Moira le señaló que al final solo él había sido responsable de sus propias decisiones. Magneto fue traicionado por el Acólito Cortez, quien había estado usando sus poderes para debilitarlo. Durante la batalla final, el Asteroide M fue destruido y Magneto aparentemente falleció. Sin embargo, logró sobrevivir y, tras crear un nuevo equipo de Acólitos reclutados por su nueva mano derecha Éxodo, atacó a la Patrulla-X, Factor-X, Excalibur y Fuerza-X durante el funeral de Illyana Rasputin. Coloso decidió unirse a su causa en Avalon, su nueva fortaleza orbital. Los gobiernos del mundo activaron los Protocolos Magneto, creando una red electromagnética a través de satélites, que dejarían al villano sin poderes en el planeta. Como respuesta, Magneto descargó un pulso electromagnético sobre la Tierra que provocó cientos de muertes. Xavier, Mercurio y la Patrulla-X invadieron Avalon para acabar con su amenaza, y Magneto estuvo a punto de matar a Lobezno al arrancarle el adamantium de su esqueleto.

Esto provocó que un enfurecido Xavier usara sus poderes telepáticos para dejarlo en estado vegetativo. Coloso cuidó de Magneto en Avalon, hasta que el mutante Holocausto, procedente de la Era de Apocalipsis, atacó la estación y se enfrentó a Éxodo. La lucha provocó la destrucción de Avalon, pero Coloso logró meter a Magneto en una capsula de escape que se estrelló en la Tierra. Astra encontró la capsula y, deseosa de venganza, utilizó tecnología alienígena para clonarlo. Utilizó a su clon para atacar a Magneto quien, dándose cuenta de que su rival era más joven y poderoso, huyó tras dejarlo inconsciente. El clon quedó amnésico y se unió a la Patrulla-X con el nombre de Joseph, siendo considerado por todos como un rejuvenecido Magneto. Durante esa temporada, Magneto aprovechó para recuperarse y forjar futuros planes. Tiempo después, la Patrulla-X regresaba de una misión en el espacio cuando Magneto provocó que su nave se estrellara en la Antártida. Haciéndose pasar por Erik el Rojo, sometió a Gambito a juicio por su intervención en la Masacre de los Morlocks, provocando disentimiento entre los miembros de la Patrulla-X. Poco después la inteligencia Israelí puso en riesgo su identidad falsa de Erik Lehnsherr, y Magneto asesinó a Odekirk antes de que pudieran interrogarlo. Después construyó un nuevo sirviente mecánico llamado Ferris que supervisó la construcción de una nueva base en el Polo Norte, la cual albergaba un conducto de amplificación que le permitiría controlar la magnetosfera bioeléctrica de la Tierra. Magneto envió a Ferris a Naciones Unidas con un ultimátum en el que exigía un refugio para los mutantes en la Tierra, amenazando al planeta con un pulso electromagnético global. Naciones Unidas lanzó un ataque nuclear contra Magneto, quien logró sobrevivir.

Astra reapareció de nuevo para destruir su tecnología y obligarlo así a absorber más energía electromagnética de la que era capaz. Tras esto, Astra provocó que Joseph se enfrentara a Magneto de nuevo, pero la llegada de la Patrulla-X rompió su control sobre el clon, quien terminó por sacrificar su vida para reparar la magnetosfera. La mayor sorpresa llegó cuando Naciones Unidas le cedió a Magneto la soberanía de Genosha, esperando que los conflictos internos de la nación lo mantuvieran ocupado. Magneto comenzó a consolidar su poder político en Genosha, a pesar de que sus poderes mutantes se habían visto debilitados. Reclutó a Fabian Cortez para que le proporcionase descargas de poder a cambio de una plaza en su gabinete, y se enfrentó a la oposición del renegado Zelote, así como a Pícara y Mercurio. Tras derrotar a Zelote, Pícara se marchó, y su Acólito Voght lo ayudó a manipular a Mercurio para que se uniera a su gabinete. Pasado un tiempo, Magneto descubrió ser uno de Los Doce, un grupo de mutantes destinados a iniciar una era dorada para los mutantes. Apocalipsis capturó a Los Doce con la intención de absorber su poder colectivo. Sin embargo, los poderes debilitados de Magneto provocaron un cortocircuito en su maquinaria. Durante la batalla, Magneto descubrió que podría utilizar los poderes de Polaris para acceder al campo electromagnético de la Tierra, y de esta forma ocultar su debilitado estado. Cuando Apocalipsis fue derrotado, Magneto regresó a Genosha con Polaris, a quien enseñó a expandir su control sobre sus poderes.

Genosha comenzó a prosperar bajo el reinado de Magneto, pero una rebelión que había surgido en la ciudad Carrion Grove seguía siendo una amenaza. Los rebeldes habían localizado la tecnología empleada para crear a los Mutados e intentaban ocultar su existencia, ya que Magneto podría emplearla para restaurar sus poderes. Magneto se vio enfrentado a Naciones Unidas, varios Acólitos rebeldes, Cortez, los Vengadores, Mercurio y Polaris, a quienes logró distraer destruyendo la ciudad de Carrion Grove. Tras esto accedió a la tecnología que le habían ocultado y fue capaz de restaurar sus poderes. Procedió a asesinar a Cortez y envió a Polaris y Mercurio al exilio, aunque ambos lograron regresar para seguir ayudando a la rebelión. Al encontrarse una cura para el Virus del Legado, Magneto logro hacerse un ejército de mutantes para declarar la guerra a la humanidad. La Patrulla-X lo atacó y Lobezno lo atravesó con sus garras, dejándolo seriamente herido. Polaris decidió quedarse para cuidarlo, y durante esa temporada descubrió que siempre había sido su hija genética. Sin embargo, Cassandra Nova envió sus Centinelas contra Genosha, masacrando a prácticamente toda la población, y Magneto fue dado por muerto. Pasado un tiempo, el mutante Kuan-Yin Xorn fue transformado en un duplicado de Magneto, probablemente por la Bruja Escarlata. Asumiendo esa identidad, Xorn provocó un devastador ataque sobre Manhattan y mató a Jean Grey, antes de que Lobezno acabara con él.

Sin embargo, el verdadero Magneto había sobrevivido al genocidio de Genosha y continuaba en la isla, donde se reencontró con Xavier cuando éste llevó el cadáver de Xorn para ser enterrado allí. Ambos unieron sus fuerzas para ayudar a los mutantes supervivientes, enfrentándose a Unus, los Magistrados, los Saqueadores de la Bestia Oscura y al Hombre Azúcar. Magneto y Xavier ayudaron a la Centinela Omega Karima Shapandar a recuperar su humanidad, y forjaron una alianza mutante en Genosha. Poco después, la Bruja Escarlata sufrió una crisis nerviosa y acabó con la vida de algunos Vengadores, provocando la disolución del equipo. Magneto acudió en su ayuda, mientras un nuevo equipo de Vengadores y la Patrulla-X se reunieron para decidir qué había que acabar con la Bruja Escarlata. Mercurio acudió a salvarla, logrando presionarla para que creara una realidad alternativa en la que los mutantes eran la raza dominante, gobernada por Magneto y su Dinastía de M. Al final, la realidad fue restaurada, pero la Bruja Escarlata provocó que la inmensa mayoría de los mutantes perdieran sus poderes en lo que fue denominado Día M. Magneto fue uno de los afectados y decidió ocultarse en Genosha hasta la llegada del Colectivo, una coalescencia de energías mutantes liderada por la esencia de Xorn, que había utilizado a Michael Pointer como su anfitrión humano. El Colectivo reactivó temporalmente los poderes de Magneto, e intentó manipularlo para atacar a SHIELD. Magneto fue derrotado y quedó en coma cuando la Agente Daisy Johnson provocó un temblor en su cerebro. SHIELD se llevó a Magneto bajo custodia, pero éste pareció perder la vida en la explosión del helicóptero que lo trasladaba. Con el tiempo, Magneto volvió a aparecer y tras descubrir que los Morlocks le estaban buscando, decidió organizar un encuentro.

Se reunió con Desliza, quien le entregó un libro que contenía profecías escritas por la precognitiva Qwerty, que además incluían varias referencias a Magneto. Poco después, Éxodo solicitó su ayuda para restaurar la mente de Xavier, quien había recibido un disparo a manos del renegado Bishop. Magneto logró ayudarlo con la ayuda de Karima Shapandar, y lo salvó de la Acólito Cargill. Éxodo se sintió traicionado y condenó a Magneto a morir, pero Xavier se lo impidió. Tiempo después, Magneto rechazó la petición del mutante Infernal, quien deseaba convertirse en su discípulo. Magneto se alió al Alto Evolucionador quién le proporcionó un traje diseñado para replicar sus poderes perdidos. Gracias al traje, Magneto atacó a la Patrulla-X, que se había instalado en San Francisco. Sin embargo, el ataque no era más que una distracción para que el Alto Evolucionador consiguiera una muestra del poder del Celestial Durmiente que se había instalado en la ciudad. Magneto fue derrotado y se regresó junto al Alto Evolucionador, quien logró utilizar la información obtenida para restaurar los poderes de Magneto. Sin embargo, la tecnología utilizada fue completamente destruida en el proceso. Durante su estancia en el espacio junto al Alto Evolucionador, Magneto se percató de la presencia de un proyectil de quince kilómetros de largo, que servía de prisión para la mutante Kitty Pryde. Magneto analizó cuidadosamente el metal del proyectil y acudió a la Isla Utopía, construida con los restos del Asteroide M, que servía como nuevo refugio para la población mutante.

Magneto se arrodilló ante Cíclope, elogiándolo por haber unido a la raza mutante y le declaró su lealtad. A pesar de que continuaba desconfiando de él, Cíclope le permitió quedarse en Utopía. Magneto comenzó a usar sus poderes para ayudar a los mutantes de Utopía y cooperó con los Atlantes para construir un pilar de soporte para la isla, que les sirviera también como residencia. Sin embargo, no tardó en descubrir que el uso abusivo de sus poderes le provocaba una fatiga extrema. Esto no impidió que decidiera usar sus poderes para atraer el proyectil que aprisionaba a Kitty Pryde a la Tierra, donde logró liberar a la joven mutante, quedando exhausto en el proceso. Cuando Selene envió un ejército de zombies mutantes contra Utopía, Magneto unió sus fuerzas a las de Pícara para enfrentarse a Proteus, al que lograron derrotar gracias a él. Durante el combate, Magneto volvió a mostrar interés por Pícara, pero ella lo rechazó y le echó en cara los asesinatos que había cometido en el pasado. A pesar de esto, Magneto ayudó a Pícara a entrenar a los mutantes más jóvenes de Utopía. Cuando Bastión lanzó un ataque devastador contra Utopía, para acabar con la mesías mutante conocida como Hope, Magneto ayudó a proteger la isla y destruyó a varios de sus Centinelas Nimrod. También comenzó a trabajar con Kate Kildare, la relaciones públicas de la Patrulla-X, para poder declarar públicamente que había vuelto a unirse al equipo. Para mejorar su imagen logró detener un terremoto en San Francisco, y se propuso descubrir los secretos de una muestra metalúrgica procedente del planeta Breakworld.

Todo esto ocurrió justo antes de que la Patrulla-X uniera sus fuerzas a la organización SWORD para enfrentarse a las fuerzas de combate de Breakworld. Cuando Lobezno y Cíclope se vieron enfrentados por sus ideologías opuestas, Magneto optó por quedarse con Cíclope y sus mutantes en Utopía, mientras que Lobezno se llevó al resto al nuevo Instituto Jean Grey. Magneto se unió al Equipo Extinción de Cíclope y se sorprendió al verse a sí mismo en un metraje que lo mostraba asesinando a varios activistas en contra de los mutantes. Magneto estaba con Cíclope a kilómetros de distancia en el momento de la masacre, y acudieron a reunirse con el Capitán América e Iron Man. Cíclope defendió la inocencia de Magneto, consiguiendo que tuviera la oportunidad de probar su inocencia. El verdadero culpable resultó ser Joseph, que había resucitado gracias a Astra, y había formado una nueva Hermandad de Mutantes Diabólicos compuesta por clones de los miembros originales. Joseph pretendía que el nombre de Magneto volviera a ser sinónimo de miedo y se alió con el activista Christopher Bach, quien deseaba mancillar el nombre de Magneto y hacer que los mutantes fueran considerados una amenaza. Magneto logró secuestrar a Astra y la obligó a revelar los planes de Joseph, que resultaron ser el asesinato de todas las personas que iban a asistir a un mitin a favor de la humanidad. Procedió a asesinar a los clones de la Hermandad de Mutantes y dejó a Joseph incapacitado, enviándolo a la prisión de Utopía. Sin embargo, Magneto decidió asesinar a Christopher Bach durante el caos de la batalla, y luego fingió no saber que había sido de él. Cuando la Fuerza Fénix acudió a la Tierra para utilizar a Hope como nueva anfitriona, los Vengadores se enfrentaron a la Patrulla-X para conseguir la custodia de la joven.

Magneto fue derrotado por Iron Man al verse distraído por la llegada de la Fuerza Fénix, pero los mutantes fingieron rendirse para teletransportarse a Utopía. Magneto permaneció en un refugio junto a Tormenta y Mariposa Mental, mientras Cíclope, Emma Frost, Coloso, Magik y Namor se enfrentaban a los Vengadores en la Luna. Cuando Iron Man utilizó un arma experimental contra la Fuerza Fénix, provocó que se dividiera en cinco fragmentos que se unieron a los cinco mutante presentes en la Luna. Adoptando el nombre de los Cinco Fénix, utilizaron sus poderes para acabar con la guerra, el hambre, la sed y la enfermedad de la Tierra, creando así una utopía global. Sin embargo, no tardaron en perder el control y convertirse en dictadores, provocando que la Patrulla-X y los Vengadores unieran sus fuerzas para derrotarlos. A medida que lo lograban, sus fragmentos de la Fuerza Fénix eran absorbidos por el resto, hasta que Cíclope logró amasar todo el poder. Magneto acudió en busca de Xavier para que los ayudara a razonar con Cíclope, pero éste perdió el control y acabó con su vida. Magneto quedó inconsciente durante el ataque, pero Hope unió sus fuerzas a las de la Bruja Escarlata para derrotar a Cíclope. Hope procedió a distribuir la Fuerza Fénix por todo el planeta, logrando que la población mutante comenzara a aumentar de nuevo. A pesar de su ayuda durante esta crisis, Magneto se convirtió en un fugitivo al igual que el resto del Equipo Extinción, pero logró permanecer oculto con la ayuda de Abigail Brand. Consiguió establecer contacto con Cíclope en prisión, pero éste se negó a ser liberado. Tras esto contactó con Magik y Peligro del Equipo Extinción, pero decidió dejar a Coloso al margen de sus planes, pues éste se sentía traicionado por su hermana.

Con el tiempo, Cíclope cambió de opinión y envió un mensaje a Magneto, Magik y Peligro para que lo liberaran. Tras hacerlo con éxito, el nuevo equipo decidió iniciar una rebelión mutante y reclutar y proteger a nuevos mutantes. Además liberaron a mutantes que habían sido injustamente enviados a prisión, ofreciéndoles ayuda para controlar sus poderes. Mientras intentaban liberar a Emma Frost, Magneto y Cíclope descubrieron que habían perdido el control sobre sus poderes. Emma explicó que sufría el mismo problema y que su unión con la Fuerza Fénix era responsable del problema. Magneto no había servido de anfitrión para la Fuerza Fénix, pero Emma le explicó que había sido expuesto a una gran dosis de su poder durante el combate. El grupo fundó una nueva escuela para mutantes en las instalaciones abandonadas de Arma-X. Magneto también fingió servir como espía para SHIELD, pero en realidad era un intento de infiltrarse en la organización. Tiempo después, Magneto se fue del equipo de Cíclope y utilizó sus recursos, contactos e información para seguir el rastro de varios crímenes contra los mutantes, y castigar a los culpables. Durante una de esas misiones, descubrió a un grupo de traficantes de la Hormona de Crecimiento Mutante y los mató, capturando a sus científicos para que perfeccionaran la formula y así utilizarla para estabilizar sus poderes.

Al descubrir que Cráneo Rojo había convertido los restos de Genosha en un campo de concentración mutante, Magneto intentó infiltrarse en su interior para derrotarlo, pero fue capturado por sus Hombres-C. Algunos miembros mutantes de un nuevo equipo de Vengadores lograron rescatarlo, pero Cráneo Rojo consiguió fusionarse con la entidad psiónica conocida como Onslaught. Los Vengadores, la Patrulla-X y otros aliados acudieron para enfrentarse al nuevo Onslaught Rojo, que lanzó su propia versión de los Centinelas contra los héroes. Magneto decidió abandonar la batalla para reclutar a un ejército de supervillanos para derrotar a los Centinelas y Onslaught Rojo. Finalmente, la Bruja Escarlata y el Doctor Extraño llevaron a cabo un hechizo para invertir el eje de la mente del villano, pero el hechizo también afectó a todos los presentes en la isla. De esta forma, los héroes se convirtieron en villanos y viceversa. Poco después, la Bruja Escarlata decidió vengarse del Doctor Muerte por haber intentado manipularla, pero Magneto y Mercurio intentaron detenerla. Durante el conflicto, la Bruja Escarlata dirigió un hechizo contra aquellos con los compartía lazos de sangre, y todos se quedaron sorprendidos cuando Magneto no se vio afectado por éste. De esta forma, Magneto descubrió que Mercurio y la Bruja Escarlata nunca habían sido sus hijos. Finalmente, la Bruja Escarlata se vio obligada a realizar un hechizo de reinversión, y Magneto recuperó su personalidad original. Pasó a liderar a un grupo de refugiados en Genosha, compuesto por mutantes que habían escapado de los campos de concentración construidos por Cráneo Rojo. Sin embargo, volvió a llamar la atención de SHIELD, y decidió entregarse para poder dañar el Helitransporte desde dentro y borrar todos sus archivos acerca de la población mutante.

Poco después, Namor se reunió con Magneto para comunicarle como la incursión de universos alternativos amenazaba al planeta, pues pensaba que Magneto haría lo que fuera necesario para detener esta nueva amenaza. Magneto contactó con Polaris para que lo ayudara con las Incursiones, pero procedió a robar sus poderes para adquirir la fuerza suficiente para poder mover el planeta durante la Incursión final. Sin embargo, el plan fracasó cuando Magneto fue incapaz de controlar todas las fuerzas involucradas en este proceso y acabó por desintegrarse. La Incursión no pudo ser detenida y el universo fue destruido cuando los dos últimos planetas colisionaron entre sí. Cuando el universo y sus habitantes fueron devueltos a la vida, Magneto y la población mutante se enfrentaron a la nueva amenaza de la Peste-M, provocada por las nubes de Nieblas Terrígenas que los Inhumanos habían liberado sobre el planeta. Magneto se sintió especialmente desalentado y perdió el deseo de seguir luchando. Cuando Arcángel cayó del cielo declarando que los mutantes debían sobrevivir, Magneto se sintió motivado de nuevo y reclutó a Mariposa Mental, M, Dientes de Sable y Arcángel para formar una nueva Patrulla-X que se encargara de asegurar la supervivencia de la especie. Tras enfrentarse a varios amenazas y ayudar a Arcángel a recuperar su humanidad, el equipo terminó por disolverse y Magneto decidió trabajar con Emma Frost en secreto, mientras surgía una guerra entre mutantes e Inhumanos. Mariposa Mental regresó dispuesta a matar a Magneto al considerar que sus acciones podrían llevar a los mutantes a un desastre.

Magneto fue herido de muerte en la Tierra Salvaje, pero Éxodo lo encontró y llevó ante el mutante Elixir, que logró sanar sus heridas. La guerra entre mutantes e Inhumanos llegó a su fin y la amenaza de la Peste-M desapareció del planeta. Magneto fue dado por muerto y aprovechó esa oportunidad para pasar desapercibido. Decidió utilizar a la Patrulla-X original que había llegado del pasado para continuar con sus planes. Para ello contactó en secreto con la joven Jean Grey y el equipo se instaló en su nueva base de Madripoor. Magneto también recibió la visita del Capitán América, cuando el héroe fue modificado por Kobik para convertirse en agente de Hydra, quien le ofreció el gobierno de un país independiente para los mutantes. Como ofrenda de paz, el Capitán América le entregó la cabeza decapitada de Cráneo Rojo, y Magneto optó por aceptar la oferta a pesar de ser consciente de que llevaba a cabo un trato con el demonio. La nueva nación recibió el nombre de Nueva Tian, pero el Capitán América decidió que cuando Hydra estableciera su poder en los Estados Unidos terminaría por declarar la guerra a los mutantes. Cuando Nueva Tian se vio enfrentada a Hydra, Emma Frost se hizo con un fragmento de un Cubo Cósmico para tener algo con lo que negociar. Sin embargo, el Capitán América se negó a negociar y Magneto organizó un ataque contra las fuerzas de Hydra, que ayudó a otros rebeldes a poner fin al reinado de la organización terrorista. Tras la guerra, la ciudad de Nueva Tian fue reclamada por los Estados Unidos.

Poco después, Magneto se enfrentó a otra crisis global cuando un grupo formado por Emma Frost, Kaos, Bastion y Miss Siniestra, decidió utilizar el virus Cepa Madre para convertir a la raza mutante en la dominante del planeta. La Patrulla-X original se encontraba en el espacio llevando a cabo una misión, pero Magneto encontró nuevos aliados que fueron liderados por su hija Polaris. Cuando el grupo liberó la Cepa Madre, Magneto se vio obligado a matar a un grupo de mutantes bajo en control de Miss Siniestra en defensa propia. Este incidente provocó que Magneto sufriera una crisis emocional y, después de que la Cepa Madre fuera neutralizada, juró defender su agenda mutante de cualquier forma que fuera necesaria. Dejó de tutelar a la Patrulla-X original y se instaló en un nuevo Asteroide M, donde creó una nueva versión de la Hermandad de Mutante. Poco después el mutante X-Man decidió alterar la realidad de varios mutantes para poder proseguir con su plan de imponer una utopía a nivel mundial. En dicha realidad, los mutantes dominaban un planeta utópico en el que se prohibían las relaciones sentimentales y personales. Magneto formaba parte de la Patrulla-X de esa realidad, encargada de lidiar con catástrofes y amenazas a nivel mundial. El equipo se vio enfrentado a Murshid En Sabah Nur y sus X-Tractos, que defendían el amor y las relaciones físicas. El conflicto provocó que Magneto y otros mutantes comenzaran a experimentar recuerdos de su realidad de origen y, a pesar de que X-Man volvió a manipular sus recuerdos, terminaron por recordar la verdad y lo obligaron a restaurar la realidad. Un tiempo después, Xavier, Moira y Magneto se reunieron de nuevo para llevar a cabo los planes que llevaban preparando durante años. Convirtieron la Isla Krakoa en una nueva nación para mutantes, ofreciendo novedosos medicamentos a la humanidad a cambio de que Naciones Unidas reconociera la soberanía de la nueva nación.

Estos medicamentos habían sido creados mediante el procesamiento de flores procedentes de Krakoa. Gracias a los encargos realizados a Siniestro, la isla contaba con una base de datos genética de la población mutante, y Forja había reinventado Cerebro para que sirviera como disco duros de todas las mentes de dicha población. Estos avances combinados con los mutantes conocidos como los Cinco permitieron crear los Protocolos de Resurrección para devolver a la vida a cualquier mutante. Xavier y Magneto descubrieron la existencia de la Forja de Orchis, donde los humanos estaban creando a una nueva Molde Madre para crear Centinelas Nimrod. Los dos enviaron a un equipo de mutantes liderados por Cíclope y la Chica Maravillosa para destruir el proyecto. Los miembros del equipo tuvieron éxito en la misión y, aunque perdieron sus vidas, fueron devueltos a la vida con los nuevos Protocolos de Resurrección. Magneto pasó a formar parte del Consejo Silencioso de Krakoa junto a Xavier y otros mutantes seleccionados, para crear las primeras leyes de la nueva nación. La nueva nación no tardó en descubrir que Krakoa era solo la mitad de una isla original, y que la otra mitad era conocida como Arakko. Al reconstruir el Portal Externo lograron conectar con Arakko de nuevo, pero los habitantes de ambas islas terminaron enfrentados entre sí. Cuando el conflicto hubo finalizado, Magneto propuso que los mutantes sometieran el Planeta Marte a un proceso de terraformación que lo hiciera habitable para los habitantes de Arakko.
Durante la Gala Fuego Infernal, la Isla Arakko fue transportada a Marte a través del Portal Externo ante todos los invitados. De esta forma la población de Arakko pasó a residir en el renombrado Planeta Arakko.