NOMBRE EN INGLÉS
Starhawk
NOMBRE VERDADERO
Stakar Ogord
LUGAR DE NACIMIENTO
Convento de las Hermanas de la Piedad, Planeta Vespero,
Realidad-691
AFILIACIONES
OTROS ALIAS
Ninguno
FAMILIA
Wendell Vaughn / Quasar (Padre, fallecido), Kismet / Ella (Madre),
Ogord (Padre adoptivo), Salaan (Madre adoptiva), Aleta Ogord (Exmujer, hermana
adoptiva), Tara Ogord (Hija, fallecida), Sita Ogord (Hija, fallecida), John
Ogord (Hijo, fallecido)
PRIMERA APARICIÓN
Defenders # 27 (Septiembre, 1975)
CREADORES
Steve Gerber & Sal Buscema
PODERES/HABILIDADES
PRIMERA APARICIÓN |
Posee
una fuerza sobrehumana que le permite levantar hasta dos toneladas de peso,
pero es capaz de aumentar dicha fuerza concentrando su masa y musculatura
corporal con su energía lumínica. Incluso sin el uso de sus poderes lumínicos,
su resistencia y agilidad están muy por encima de los de un ser humano normal.
Sus reflejos y sentidos, especialmente la vista, están aumentados a niveles
superhumanos. Posee sensibilidad extrasensorial a los patrones y fluctuaciones
de energía, siendo capaz de rastrear distintos tipos de energía a grandes
distancias. Es inmune a casi todas las enfermedades conocidas y la
radioactividad, llegando a surgir de un sol sin daño alguno, operando sin dificultad
alguna en el vacío del espacio. Posee una longevidad inusual posiblemente
adquirida del poder del Dios Halcón.
HISTORIA
Aunque
más conocido como un héroe del siglo XXXI de la Realidad-691, el enigmático
Halcón Estelar se originó un milenio atrás. Su poder procedió del Dios Halcón,
un ser de gran poder cósmico y origen desconocido, que simbolizaba la
naturaleza depredadora de la existencia. Las acciones e influencias del Dios
Halcón, a menudo destructivas, cumplían un propósito mayor en términos de asegurar
la supervivencia de aquellos dignos. Sin embargo, otros seres cósmicos
consideraban que disfrutaba mucho de su poder, utilizándolo con excesiva
crueldad y violencia, algo indigno de un alto poder. En un momento no
especificado de la historia de la Realidad-691, el ser cósmico conocido como
Eternidad levantó cargos contra el Dios Halcón por casi provocar la extinción
de los extraterrestres benignos conocidos como los Vigilantes.
Convocado ante
un Consejo Cósmico Supremo con el Tribunal Viviente como juez, el Dios Halcón
fue procesado por Ulig, último superviviente de los Vigilantes. Galactus se
encargó de su defensa al simpatizar con el estilo predador del Dios Halcón. El
Tribunal Viviente declaró que el Dios Halcón era peligroso, en parte porque era
posible que se convirtiera en instigador de la profetizada Guerra de los Seres
Cósmicos, que amenazaba con devastar toda la realidad. Degradado, el Dios
Halcón fue enviado atrás en tiempo al Planeta Arcturus IV, en algún momento
anterior al siglo XX de la Tierra. El Dios Halcón fue una de las deidades
veneradas por los Arcturianos, quienes construyeron una gigante computadora
robótica a su imagen. Debido a su degradación, el Dios Halcón quedó atrapado
dentro de esa inmensa replica, en estado inerte.
La raza
Arcturiana era inestable y violenta, un trato atribuido a su perpetua
exposición a la luz de los soles gemelos de sus mundos. Midiendo su periodo de
vigencia en siglos en lugar de en años, los Arcturianos desarrollaron una
tecnología altamente avanzada incluyendo la ingeniería genética. A principios
del siglo XX de la Tierra, desarrollaron fetos en laboratorios, donde los
técnicos diseñaban tratos genéticos específicos. La población se rebeló contra
esas prácticas antinaturales y atacaron las instalaciones genéticas del
gobierno. Estas Guerras Genéticas finalizaron al tener lugar un desastre
nuclear en todo el planeta que prácticamente exterminó a todos los Arcturianos.
Los Arcturianos creados mediante la ingeniería genética se adaptaron a las
condiciones post holocausto más rápidamente, a menudo mutando en formas cada
vez más inhumanas.
Los Arcturianos normales sobrevivieron en menor número, pero
declararon la guerra contra sus contrapartidas mutantes, con escuadrones de
saqueadores militares embarcados en expediciones para matarlos. Los Arcturianos
humanos se hicieron con la victoria, erradicando a los mutantes y dominando el
planeta a principios del siglo XXI de la Tierra. El templo del Dios Halcón fue
perdido durante las Guerras Genéticas, sepultado bajo las ruinas de la Ciudad
Prohibida de los mutantes.
A
finales del Siglo XX de la Realidad-691, la Tierra fue invadida por
extraterrestres que utilizaban el Planeta Marte como base de operaciones. La
mayor parte de la población de la Tierra fue exterminada o esclavizada, a pesar
de la resistencia inicial de varios superhéroes. Tras semanas de lucha, el
héroe conocido como Quasar, elegido por el ser cósmico Eon como protector del
universo, descubrió que su esposa Kismet estaba embarazada. Kismet era una
mujer creada mediante ingeniería genética de gran poder. Quasar llevó a Kismet
hasta el Planeta Vespero, donde las intergalácticas Hermanas de la Piedad
cuidaban de mujeres exóticas. Tras esto, Quasar regresó a la Tierra para volver
a la batalla. Viajó mediante un salto cuántico, pero calculó mal y se
materializó cerca de un nexo galáctico consciente donde la energía positiva y
negativa se concentraba. Esto Absorbido por el nexo, Quasar perdió la vida.
En
realidad, la muerte de Quasar había sido orquestada por la entidad cósmica
conocida como Era, descendiente demente de Eon, que había acabado con su vida. Era
había cometido varios actos para crear inestabilidad universal, y deseaba
provocar la profetizada Guerra de los Seres Cósmicos. Mientras se hacía pasar
por Eon, Era manipuló varios eventos para asegurar la conquista de la Tierra a
manos de los Marcianos, incluyendo la muerte de Quasar. También visitó el
Planeta Vespero durante el nacimiento del hijo de Kismet, robando al bebé y
ocultándolo en Arcturus IV. Abandonado en uno de los laboratorios genéticos de
la Ciudad Prohibida, el bebé fue encontrado por una pareja de mutantes antes de
que los Saqueadores les asesinaran y acabaran con la población mutante del
planeta. Los recuerdos del niño eran confusos, y más adelante le llevaron a
creer que los mutantes asesinados eran sus padres biológicos.
El bebé fue
confundido por un Arcturiano normal y rescatado por el saqueador Ogord. El
soldado y su esposa Salaan tenían una hija llamada Aleta, pero no eran capaces
de tener un hijo, por lo que decidieron adoptarle, otorgándole el nombre de
Stakar.
Ogord
quedó impresionado ante el aparente valor de Stakar durante su rescate, pero el
estado tranquilo del niño se debía a haber entrado en un estado especial de
consciencia. El niño había vivido su vida en incontables ocasiones previas, y
asumió que su seguridad estaba garantizada. Ya como adulto, la consciencia de
Stakar fue enviada repetidas veces a Arcturus IV, a principio del Siglo XXI,
para experimentar su vida una y otra vez. Aunque tuvieron lugar variaciones en
cada una de esas encarnaciones, en parte debido a los intentos inútiles de
Stakar de cambiar ciertos aspectos de su destino, Stakar vivió prácticamente la
misma vida una y otra vez. Sin embargo, acumulaba los recuerdos de cada una de
esas vidas y de numerosos eventos históricos, incluyendo sucesos futuros.
Inicialmente
carecía de un conocimiento consciente de sus vidas pasadas, por lo que Stakar
creció aislado y sumido en la melancolía. Se convirtió en un pacifista intelectual
dentro de una sociedad extremadamente militar. Debido a esto era símbolo de
vergüenza y frustración para su familia, desatendiendo su entrenamiento de
combate a favor de sus estudios académicos. Convertido en un hombre, Stakar
sabía que había llegado el momento de encontrar su destino en la Ciudad
Prohibida. Intentó escapar, pero Aleta insistió en acompañarle, presumiblemente
para protegerle. Ambos encontraron el Templo del Dios Halcón, su estatua y
restos de tecnología previa a la guerra. Stakar y Aleta pasaron una semana
explorando el templo, mientras Stakar recreaba un antiguo casco de ondas
cerebrales para acceder al conocimiento perdido de los antiguos Arcturianos.
Enfurecido,
Ogord y un grupo de saqueadores entraron en la Ciudad Prohibida para buscar a
la pareja. Aleta y Stakar se enzarzaron en una discusión sobre cómo proceder, y
Aleta se enfadó arrojando el casco de su hermano adoptivo al suelo. El casco
liberó un rayo de energía que convirtió a Aleta en energía radiante, que se
fundió con la estatua del Dios Halcón. La estatua cobró movimiento, y Aleta fue
incapaz de lidiar con su vasto poder embarcándose en una conducta inusualmente
violenta, destruyendo gran parte de la flota Arcturiana como consecuencia de
esto. Utilizando el casco para contactar mentalmente con Aleta al escuchar sus
gritos pidiendo ayuda, Stakar se percató de que podía proporcionarle la
sabiduría necesaria para que canalizara el poder del Dios Halcón. Stakar se
enfrentó entonces al Dios Halcón y convenció a Aleta para que uniera su mente a
la suya. Stakar y Aleta se fusionaron en un solo ser, provocando una explosión
que redujo toda el are a una capa de
cristal. Lo único que quedaba en el epicentro de la explosión era Stakar, que
se transformó primero en Aleta y luego en su forma fusionada, el Halcón
Estelar.
Stakar
era a menudo el aspecto dominante de Halcón Estelar, y había asimilado los
antiguos conocimientos de Arcturus. Esto podía haber ocurrido gracias al casco
de ondas cerebrales, a las computadoras dentro de la estatua robot del Dios
Halcón, o a las dos cosas. La experiencia también le permitió acceder a todos
los recuerdos de sus vidas previas, lo que provocó que Halcón Estelar acumulara
tales conocimientos que acabaría siendo conocido como “Aquel que Sabe”.
Adicionalmente,
Stakar y Aleta adquirieron poderes cósmicos del Dios Halcón, quien
aparentemente abandonó el plano mortal para reasumir su verdadera forma cuando
Stakar y Aleta destruyeron su prisión robótica. Más adelante, el Dios Halcón
afirmaría que había manipulado aquellos eventos, subconscientemente
influenciando las acciones de Stakar y Laeta, creando al héroe cósmico Halcón
Estelar para que espiara sus pasados crímenes. Como Halcón Estelar, Stakar y
Aleta compartieron una existencia dual, donde solo uno de ellos podía
manifestarse físicamente. La consciencia de Stakar controlaba la forma
masculina de Halcón Estelar, que mutaba en una forma similar a la de Aleta
cuando ella era la consciencia dominante.
Al poco
de la creación de Halcón Estelar, Ogord intentó reclutar al nuevo ser cósmica
en la maquinaria de guerra Arcturiana. Halcón Estelar se negó y escapó al
espacio, ganándose la enemistad de Ogord y sus saqueadores, quienes le culparon
de haber impedido el avance tecnológico de su ejército durante años ilimitados.
Esta enemistad se incrementó mucho más cinco siglos más tarde, cuando una nave
Arcturiana estableció primer contacto con otra extraterrestre intentando
tomarla por la fuerza. Halcón Estelar desmanteló la nave Arcturiana, impidiendo
su intento de piratería. Acabar con Halcón Estelar se convirtió en el objetivo
primordial de la Flota Arcturiana.
Halcón
Estelar vagó por el espacio durante siglos, ayudando y haciéndose amigo de
seres de numerosos mundos. Los espíritus de Stakar y Aleta acabaron sumidos en
la melancolía y soledad. En secreto, Halcón Estelar regresó a Arcturus, donde
solicitaron al Dios Halcón que les permitiera asumir formas individuales de
forma temporal. El Dios Halcón accedió y la pareja se separó, viviendo como
marido y mujer. Durante ese tiempo tuvieron tres hijos. Fusionados de nuevo,
Aleta se convirtió en la consciencia dominante para cuidar de sus hijos, Tara,
Sita y John. Incapaz de olvidar la precognición de que debía convertirse en
elemento clave del destino intergaláctico, Stakar reasumió el control sobre
Halcón Nocturno reasumiendo sus aventuras.
Construyó un hogar para sus hijos en
un asteroide, para que tanto Stakar como Aleta pudieran contactar con ellos
durante su ausencia.
En el
año 3007, la Tierra había establecido colonias en otros mundos, alterando
genéticamente a los colonos para que se adaptaran a la vida en dichos planetas.
Sin embargo, ese mismo año, la Hermandad de los Badoon invadió y conquistó la
Federación Unida de la Tierra. Exterminaron prácticamente a todos los
habitantes de las colonias en Mercurio, Júpiter, Plutón y Centauri IV. También
mataron y esclavizaron a la mayoría de los habitantes de la Tierra. Como
respuesta, Halcón Estelar ayudó y protegió en secreto a cuatro luchadores
rebeldes. Estos eran el último Joviano Charlie-27, el último Pluviano Martinex,
el último nativo de Centauri y guerrero místico Yondu, y Vance Astro,
astronauta humano de mil años de edad y dotado de poderes psicoquinético. Con
ayuda secreta de Halcón Estelar, los cuatro formaron los Guardianes de la
Galaxia, liderando la resistencia contra los Badoon.
Con la
ayuda breve de los Defensores de la era moderna de Tierra-616, los Guardianes
terminaron por liderar a la humanidad en una rebelión para derrocar a los
Badoon. Halcón Estelar rebeló su presencia a los Guardianes de la Galaxia,
uniéndose al equipo, y jugó parte en el controvertido final de la guerra,
incitando a la benevolente Asociación de Mujeres Badoon a acudir a la Tierra y
tomar a los hombres de su raza en custodia. Muchos humanos deseaban aprisionar,
torturar o matar a los hombres Badoon por sus crímenes de guerra, pero Halcón
Estelar convenció a los Guardianes que la Tierra abordaría un nuevo comienzo
mejor si evitaba más atrocidades.
Siguiendo el consejo, los Guardianes de la
Galaxia ayudaron a las mujeres Badoon a extraer a los hombres Badoon de la
Tierra.
Tras la
guerra, los Guardianes de la Galaxia se sentían fuera de lugar en la sociedad
de la Tierra. Aceptaron la oferta de reunirse de nuevo como un equipo de
exploradores espaciales. Aunque su poder y conocimientos eran de gran valor,
Stakar era arrogante y reservado, por lo que no era muy popular entre sus
compañeros. Sin embargo, Aleta era muy apreciada y comenzó a manifestarse más a
menudo entre los Guardianes. Los guardianes reclutaron a Nikki, última
superviviente de Mercurio, y destruyeron a Karanada, aspecto del Hombre
Topográfico. Se enfrentaron a los Saqueadores de Arcturus, liderados por el
entonces Alto Comandante Ogord, quien capturó a los hijos de Stakar y Aleta,
controlándoles mentalmente para que intentaran matar a Halcón Estelar. Los
Guardianes frustraron los planes de Ogord, pero los tres niños perecieron en el
proceso. Stakar y Aleta quedaron devastados por la pérdida, y el dolor de Aleta
terminó en convertirse en resentimiento hacia Stakar, a quien culpaba
injustamente de las muertes de sus hijos. A pesar de esto, Halcón Estelar
continuó sirviendo con los Guardianes de la Galaxia, participando en una misión
que les llevó de regreso a la era moderna de Tierra-616. Allí se aliaron con
los Vengadores, que les concedieron estatus de miembros honorarios, para
enfrentarse al poderoso ser cósmico conocido como Korvac.
Tras varias aventuras
junto a otros héroes de esa era, como Spiderman, la Cosa, Ella y Dragón Lunar,
los Guardianes regresaron a su realidad en el Siglo XXXI.
Aleta
se volvió cada vez más resentida debido al destino que habían corrido sus
hijos, así como sobre el hecho de compartir existencia con Stakar para crear al
Halcón Estelar. Terminó por convertir su rencor en odio fanático hacia Stakar,
gracias en parte a la influencia del demonio Mefisto. Éste pensaba que Aleta
estaba destinada a servir de mentora del Protegido, un niño de importancia
cósmica. Mefisto consideraba que Stakar era un obstáculo en sus planes, por lo
que influenció las emociones de Aleta para que terminara separándose de Stakar.
La influencia de Mefisto también ayudó a provocar la separación física de
Stakar y Aleta durante una batalla contra los extraterrestres Stark, y dicha
separación tuvo lugar mucho antes que en cualquiera de las vidas pasadas de
Stakar. Libre, Aleta se rebeló declarando finalizado su matrimonio con Stakar,
y comenzando una nueva relación con Vance Astro. Mientras tanto, Stakar comenzó
a deteriorarse mental y físicamente, sirviendo como Halcón Estelar de forma
independiente. Su forma corpórea y sus grandes conocimientos se disolvían
gradualmente, y su separación física de Aleta parecía ser la causa de esto. Sin
embargo, Mefisto había agravado ese deterioro en secreto, como parte de su plan
para convertir a Aleta y Stakar en enemigos.
Durante
ese periodo, Stakar confió la mayoría de sus secretos al líder de los
Guardianes, Martinex, mientras ayudaba a sanar al herido Pluviano. También
ayudó a Yondu a superar un gran trauma personal, aunque ninguno de estos actos
logró cambiar completamente la opinión negativa de los Guardianes hacia Halcón
Estelar. Esa opinión empeoró todavía más cuando Stakar, quien prácticamente se
había desvanecido por completo, reabsorbió a Aleta en su cuerpo a la fuerza.
Esto dejo el camino libre a Malevolencia, hija de Mefisto, para convertirse en
mentora del Protegido en lugar de Aleta. Los Guardianes expulsaron del equipo
formalmente a Halcón Estelar, quien había mutado en una forma más oscura física
y emocionalmente, debido a haber absorbido a Aleta a la fuerza. La consciencias
de Aleta y Stakar operaban simultáneamente dentro del cuerpo de Halcón Estelar,
aunque Stakar controlaba sus acciones en la inmensa mayoría de las ocasiones.
Este nuevo Halcón Estelar oscuro terminó por renovar su asociación con los
Guardianes, aunque solamente Aleta se consideraba miembro del equipo. Con el
tiempo, Aleta logró superar el control de Stakar, accediendo a todos los
poderes de Halcón Estelar. Logró separarse de nuevo de Stakar al que convirtió
en un niño, enviándole de regreso a Arcturus IV para que reviviera su
existencia, tal y como había hecho en numerosas ocasiones previas.
Aleta
permaneció en activo con los Guardianes como Halcón Estelar durante un tiempo,
aunque el poder y conocimiento que acompañaban a su nueva existencia la
convirtieron en tan arrogante y distante como Stakar había sido. Con el paso
del tiempo, Stakar regresó en su forma tradicional de Halcón Estelar, renacido
de nuevo con todo el poder y conocimiento. Presumiblemente, había encontrado a
Aleta en la Realidad-691 tras vivir otra versión de su existencia en otra línea
temporal alternativa.
Aleta atacó a Stakar hasta que el Dios Halcón decidió
intervenir, avergonzado y enfurecido por la lucha perpetua de sus dos
campeones. Fusionó sus dos manos para que se vieran obligados a trabajar
juntos. Muy a su pesar, Stakar y Aleta operaron brevemente de este modo, hasta
que el Dios Halcón cambió de opinión, decidiendo otorgar el poder de Halcón
Estelar solamente a uno de los dos. Al percatarse de que dicho poder erosionaba
su humanidad, Aleta renunció gustosamente al mismo, aunque conservó sus
habilidades de solidificación de luz. Stakar se convirtió en el único Halcón
Estelar de nuevo, dejando a los Guardianes para embarcarse en una búsqueda de
sus orígenes. Finalmente descubrió la identidad
de sus verdaderos padres, reencontrándose con su madre Kismet.
Enfurecido, Stakar rechazó la autoridad del Dios Halcón durante su búsqueda;
pero el Dios Halcón se mostró satisfecho con la creciente independencia de
Stakar, compartiendo información sobre su mutuo enemigo Era. Halcón Estelar y
Kismet partieron en un viaje espacial para buscar a Era con la bendición del
Dios Halcón.
En
numerosas líneas temporales alternativas, el Halcón Estelar de cada realidad
descubrió una fisura en el continuo espacio temporal, conocida como la Falla,
que estaba consumiendo cada universo, doblando el tiempo y la realidad de forma
continua en el proceso. Al descubrir que la Falla se había originado en la era
moderna de la Tierra, el Halcón Estelar de cada realidad viajó atrás en el
tiempo en repetidas ocasiones para descubrir el origen de la Falla y prevenir
su aparición. Cada viaje temporal era diferente y la realidad se mantenía en
constante flujo. Halcón Estelar cambió en
junto a todas modificaciones en la realidad, a veces joven, a veces
mayor, a veces hombre, y a veces mujer. Las mentes de cada personalidad alterna
se fundieron de alguna forma a través de las realidades, y cada Halcón Estelar
comenzó a ser consciente de su misión compartida.
Sin embargo, la única
constante era el fracaso. Cada vez que Halcón Estelar fracasaba en su intento
de prevenir la aparición de la Falla, regresaba a su futuro de origen, y
entonces de regreso de nuevo a la era moderna para volver a intentarlo. Al
llegar a la era moderna de la Tierra-616, el Halcón Estelar de la
Realidad-80923 se encontró con su contrapartida de los Guardianes de la
Galaxia, liderados por Star-Lord. En dicho equipo se encontraba una versión
amnésica del Mayor Victoria, Vance Astro, perdido en el espacio y tiempo. Los
escasos recuerdos de Vance Astro de los Guardianes de la Galaxia de su tiempo y
realidad, habían inspirado a Star-Lord a crear sus propios Guardianes en la era
moderna. Halcón Estelar tuvo la teoría de que la presencia de Vance Astro en el
periodo temporal equivocado podía haber provocado la aparición de la Falla. Más
adelante, sospechó que la aparición de unos Guardianes de la Galaxia en la era
moderna podría ser la causa verdadera. El Halcón Estelar de la Realidad-80923,
procedió a tacar a Vance Astro y los Guardianes de la Galaxia de Tierra-616.
Mientras
el tiempo y la Realidad continuaban sufriendo alteraciones, Halcón Estelar
de la Realidad-80923 fue reemplazado por un
Halcón Estelar mujer, procedente de la Realidad-669116. Esto tuvo lugar durante
una de las siguientes vistas del futuro Halcón Estelar a la era moderna de
Tierrra-616, y la nueva Halcón Estelar heredó los recuerdos de su contrapartida
de la Realidad-80923 relativos a su misión. En la Realidad-669116, la Falla
había consumido prácticamente todo el universo, y los Badoon habían conquistado
el resto, con la única oposición de los Guardianes de la Galaxia. La Halcón
Estelar de dicha realidad fue temporalmente prisionera de los Guardianes de
Tierra-616 pero pronto se percató de que la presencia de Vance Astro y la
creación de los Guardianes de la era moderna solo eran síntomas de la creación
de la Falla.
En estas, se encontraron con otras versiones futuras alternativas de Halcón Estelar y muchos otros Guardianes de la Galaxia. Esto les llevó a una confrontación con Kang el Conquistador, quien había reclutado a un ejército de Halcones Estelares. La intención de Kang era utilizar su ejército para enfrentarse al tirano cósmico Magus, que amenazaba con dominar todas las líneas temporales futuras como resultado de las manipulaciones de la Falla, a manos de los Guardianes de la Galaxia. Ayudados por Kang y su ejército, los Guardianes regresaron a la era moderna de Tierra-616, donde se reencontraron con sus compañeros. Sin embargo, la mitad del grupo sacrificó su vida para impedir que Magus se hiciera con el poder, salvando el universo a un alto coste.
me podrias decir si pondras a quasar y de hacerlo cundo seria?gracias.
ResponderEliminarPor supuesto que incluiré a Quasar, con un poco de suerte a finales de 2013
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